
Como padres de familia, en repetidas ocasiones nos encontramos con esta pregunta: ¿A quién quieres más?. Los niños suelen valorar el amor de los padres en la infancia como un tesoro y harán lo que sea por sentirse validados y atendidos, aunque no necesariamente de las mejores formas.
Soy madre de dos hijos un niño de 8 años y una niña de 6 años y aunque tienen muy poca diferencia de edad, encuentro fascinante descubrir las grandes similitudes que tienen al igual que sus diferencias especialmente cuando se trata de expresar sus emociones.
Cuando los padres tenemos en cuenta las diferentes características que rodean la vida de nuestros hijos, automáticamente nuestra empatía con ellos crece lo anterior los lleva a sentirse profundamente comprendidos cuando se acercan a nosotros.
Es evidente que no podemos quererlos ni educarlos de la misma manera. Lo anterior en realidad sería injusto y doloroso para ellos. Hacerlo implica no respetar lo que les define, lo que les hace diferentes y valiosos además crearíamos entre ellos una fuerte competencia pues deben “luchar” por ganarse ese reconocimiento.
¿Cuál es la intención que está detrás de esta pregunta tan compleja?
Los niños en realidad no quieren saber a quién quieres más, lo que NECESITAN saber es: Qué criterios utilizas para quererlos en específico, te pondré algunos ejemplos:
¿Qué respuestas pueden ayudar?
Es muy importante establecer criterios que calcen la vida de los hijos para demostrarles nuestro amor, si a todos les demostramos que los queremos por igual y utilizamos los mismos criterios para demostrarles nuestro amor lejos de quedarse tranquilos, entienden que deben esforzarse por destacar, por hacer notar que ellos son diferentes, por ganarse tu reconocimiento y satisfacer su necesidad de individualización y diferenciación psicológica, una necesidad inherente en todos los seres humanos.
Empiezan a compararse entre ellos y a interpretar cada gesto tuyo como una declaración de preferencia. Educarlos o quererlos de forma uniforme es asfixiar sus talentos.
Aquí te dejo 5 ideas que te pueden ayudar a respetar la individualidad de tus hijos:
Valoremos, disfrutemos y celebremos que todos nuestros hijos son diferentes. Con mayor o menor facilidad para llegar a ellos pero con un amor respetuoso con su esencia más profunda.
Amarles de manera individualizada es la mejor manera de ayudarles a aceptarse y gustarse a sí mismos.