
La mano de la confianza en una actividad que llevo realizando con niños en terapia desde hace ya más de 10 años. Me resulta interesante comprender como funciona el esquema de lealtades y bajo que criterios los niños establecen un sistema de confianza en las personas que los rodean.
Encuentro muy interesante realizar un ejercicio en terapia con los niños que apenas llegan a trabajar parte de su dolor o sus emociones con “La mano de la confianza”, dicha actividad propone dibujar la mano de los niños sobre una bolsa destraza y elegir por cada dedo una persona en la que confían. La mayoría de los niños tienen claro a quien elegir, incluso las mascotas forman parte de la confianza sin embargo, no siempre es así principalmente en la adolescencia … algunos no pueden pensar en alguien en quien puedan confiar. Es así como inicio la mayoría de los tratamientos.
Disfruto y recurro frecuentemente a la historia de la humanidad para traer a nuestro presente diversos: rituales, tótems, escudos, símbolos que ayudan a mis pacientes a poner un significado poderoso a sus creaciones.
Al terminar de elegir a las personas en las que confían, les pido que se representen a ellos mismos a través de un animal. Los niños con características introvertidas suelen elegir animales feroces y audaces como: lobos, leones y águilas, las niñas por otro lado recurren a animales tiernos o cachorros como: conejos, venados y osos.
Habiendo elegido su animal, buscamos en mi libro de Totems a través de la historia, lo que representaba ese animal para las antiguas civilizaciones. Es muy gratificante ver como los niños escuchan con atención las características de dichos animales y se identifican de inmediato con las habilidades poderosas que se describen.
La bolsa posee en realidad un contenido muy valioso pues tienen que escribir por qué confían en las personas que eligieron.
Al terminar realizo con ellos la siguiente reflexión:
“Antes de confiar en cualquiera de las personas que has elegido, tienes que confiar en ti (al tiempo que señalo el centro con el animal “totem” que eligieron”. Los niños se quedan sorprendidos y entusiasmados ante tal declaración.
Para dar cierre a esta actividad tienen que escribir una carta para ellos mismos que explique el por qué ellos pueden ser unas personas confiables, inmediatamente la mayoría rescata sus habilidades, cualidades y deseos de poseer recursos que tal vez aún no han desarrollado, lo anterior es en realidad un trabajo digno de admirar y como terapeuta valoro enormemente el privilegio de presenciar lo anterior.
Elegí esta actividad para mostrarles como todos podemos regresar a escribir un ensayo sobre el por qué la gente puede confiar en nosotros, es decir, que nos hace ser leales a nuestros principios y valores, ¿somos hoy personas confiables para los que tenemos cerca?, ¿qué nos hace sentir esa seguridad?, ¿es fácil que las personas recurran a nosotros cuando tienen una situación difícil?, ¿estaremos en la mano de la confianza de nuestros hijos?
Podríamos reflexionar un sinfín de preguntas al respecto. Me parece un ejercicio interesante que como familia podemos realizar, les aseguro que ustedes mismos se sorprenderán de observar las personas que hoy conforman la mano de la confianza en sus hijos.
¡Éxito!