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Como psicóloga infantil comprometida con el bienestar de nuestros niños, considero esencial proporcionarles herramientas que les ayuden a entender y manejar la ansiedad infantil. La ansiedad en los niños puede manifestarse de muchas formas: preocupación constante, irritabilidad, dificultades para dormir, o incluso evitación de actividades que antes disfrutaban.
¿Qué es la ansiedad infantil?
La ansiedad es una respuesta natural al estrés. Para los niños, sentir ansiedad ocasionalmente es normal; sin embargo, la ansiedad se convierte en un problema cuando interfiere con sus actividades diarias. Es importante reconocer los síntomas temprano y entender que la ansiedad infantil es tratable.
¿Qué pueden hacer en casa?
1.Establecer una rutina: Las rutinas proporcionan seguridad y previsibilidad, dos elementos que pueden reducir significativamente la ansiedad en los niños.
2.Escuchar activamente: Dediquen tiempo para escuchar las preocupaciones de sus hijos sin juzgar, ofreciendo un espacio seguro donde se sientan comprendidos.
adecuado transmite empatía y fomenta una conexión más profunda.
4.Repetir y reflejar: Para asegurarse de haber entendido correctamente, los padres pueden repetir o parafrasear lo que sus hijos han dicho, como “Entonces, te sentiste realmente molesto cuando eso ocurrió, ¿verdad?“. Esto también muestra al niño que realmente se está prestando atención a sus palabras.
5.Responder con empatía y apoyo: Validar los sentimientos del niño independientemente de su naturaleza. En lugar de minimizar sus preocupaciones con frases como “no es para tanto”, es mejor expresar comprensión y apoyo, diciendo cosas como “entiendo que eso puede ser realmente difícil” o “estoy aquí para ayudarte a enfrentarlo“.
¿Qué puedes hacer si tu hijo tiene ansiedad?
1.Mantener la calma: Durante una crisis de ansiedad, los niños miran a sus padres para saber cómo reaccionar. Mantenerse calmado y controlado es fundamental.
2.Respiraciones profundas: Enseñar técnicas de respiración puede ser una herramienta valiosa. Practiquen respiraciones profundas juntos, utilizando inhalaciones lentas y exhalaciones aún más lentas.
3.Identificar desencadenantes: Ayuden a sus hijos a reconocer qué situaciones aumentan su ansiedad. Conocer estos desencadenantes puede permitirles prepararse y manejar mejor la situación.
Llevar un diario en el que registren: ¿Qué sucedió antes del episodio de ansiedad?
¿Cuánto tiempo duró?, ¿Qué me ayudó a transitarlo? Es de gran ayuda.
Cuando acompañamos a los niños a llevar un registro podemos ayudarles a desarrollar estrategias a su medida.
La crianza consciente implica estar presentes, ser empáticos y fomentar la seguridad emocional. Al abordar la ansiedad desde un enfoque consciente, no solo ayudamos a nuestros hijos a manejar sus síntomas, sino que también les proporcionamos las herramientas para que se enfrenten a sus desafíos emocionales futuros con mayor confianza.
Espero que estas estrategias sean útiles y les brinden la confianza para apoyar a sus hijos de manera efectiva. Si tienen preguntas o necesitan más recursos, no duden en ponerse en contacto.
Si lo que has leído hasta ahora ha despertado tu interés y sientes la curiosidad de explorar más a fondo este tema, te invito a continuar esta conversación de manera más personalizada. No dudes en agendar una consulta conmigo:
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